Por: Esmeralda P.
Medina B.
El Gobierno
Nacional creó el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, INCODER en el año
2003, esta entidad que agrupó varias entidades del sector productivo y de los
temas de tierras como el INCORA, fueron el principal motivador en la titulación
de las tierras de las comunidades campesinas, indígenas y afros; y el liderazgo
de muchos de los proyectos de alcance regional en el ámbito productivo y de
mejoramiento de las condiciones de productividad en los territorios rurales.
Así mismo
existen entidades del orden internacional como OIM, ECOFONDO, WWWF., y organizaciones
no gubernamentales como FHADESO y otras que han venido generando procesos
productivos no solo de ingreso a las familias que se benefician de su accionar,
sino también de desarrollo institucional de organizaciones de base. Sin embargo nunca ha sido suficiente, ni las
intervenciones, ni los acompañamientos o como se quiera llamar la aparición de
profesionales de diversas ciencia, el trabajo comunitario en ciertos procesos y
la adopción de políticas públicas
productivas deben encaminarse al continuo
apoyo institucional y político desde lo
local, para que los productos, fruto de dichos proyectos alcancen su nivel
máximo en las labores de comercialización de los mismos, generando una realidad
productiva.
Bajo el
anterior convencimiento, las alcaldías municipales deben visionar la necesidad
de afrontar el tema de la productividad
como una política de desarrollo local que corresponde ser
institucionalizada a partir de las posibilidades constitucionales y legales
bajo el concurso del ejecutivo municipal y los concejos municipales quienes
deben velar por el cabal desarrollo y mejoramiento de la calidad de vida de sus
comunidades.
De esta
manera las acciones de productividad y comercialización deberán por lo menos
dentro del marco jurídico, político, social, económico, ambiental y de sostenibilidad,
formular un Proyecto de Acuerdo para que sea sometido a la consideración del Concejo
Municipal, donde se planteé la
problemática señalada, la evaluación de las acciones de desarrollo productivo
adelantadas en los municipios, a partir del Plan de Desarrollo, Plan de
Etnodesarrollo y planes productivos de la zona en el sector agropecuario.
Es así
como se aceleran los procesos para los cuales hasta hoy, no estamos preparados,
sin embargo debemos tener en cuenta que dentro de la internacionalización de la
economía de Colombia y del mundo, se requiere de un renovado impulso al
desarrollo agroempresarial que apunte a elevar los ingresos de los productores,
la generación de más empleos directos e indirectos en las zonas rurales, la reducción
de la pobreza y de las desigualdades sociales, conservando la capacidad
productiva de los recursos naturales, sin alterar los ecosistemas y
planificando la producción de acuerdo a los compromisos adquiridos a partir de
la estrategia de comercialización.